Ciclos

Muchos futbolistas, comentaristas, y amantes del fútbol catalogan a este deporte como el deporte bello, comparable con cualquier arte excelso. Si tomamos como definición que el arte es una creación humana que busca imitar a la naturaleza, podríamos decir que en efecto el fútbol es arte. El fútbol imita a lo natural pues se juega con geometría por todos lados. La estrategia en el fútbol es creación, un plan maestro, quizás como el que construyo la tierra. Los trazos, ósea pases, están basado en imitar y utilizar leyes físicas. Buenos argumentos, aunque en mi opinión, 22 jugadores siguiendo un balón no es arte, es entretenimiento.

Pero siguiendo la premisa inicial, vamos a continuar asumiendo que el fútbol es arte, y en el arte, como en la naturaleza hay ciclos. Picasso no siempre fue cubista, fue evolucionando. Evolución, cambio, ciclos, son cosas normales en arte y la naturaleza, tal como Vivaldi lo vio y por ende compuso su gran obra de Las Cuatro Temporadas.

Ahora, si el fútbol es arte, ¿por que no sigue esta regla de ciclos? ¿Por que no acepta esta ley del arte y la naturaleza? ¡Y aquí viene mi punchline—Ronaldinho y Rijkaard en el Barcelona cumplieron su ciclo. Sin embargo se han aferrado a ellos hasta morir, sin darse cuenta que a la fuerza no se hacen la cosas.

El ciclo mágico del Barcelona no necesariamente ha pasado, solo el de Ronaldinho y Rijkaard.. Son dos personas, ambas con una inteligencia increíble, que por el bien de ellos y de su equipo actual, deben de marcharse. Ambos están contaminados de conformismo y malas vibras. Ambos hicieron de el Barcelona en un equipo histórico, pero ambos deben de entender que ellos ya no son la respuesta del Barcelona. Es más, ellos son anclas de la barca cúle.

Ronaldinho todavía puede ser el mejor del mundo, pero no lo será en el Barca. Necesita nuevas vibras y nuevos retos. No entiendo por que el Barcelona no esta dispuesto a recibir 100 millones de euros por un jugador que es superfluo en su esquema. No lo extrañaran, ni necesitaran comprar a un gran refuerzo. Hay suficientes jugadores que encajan mejor a su rompecabezas sin ser mejoroes que Ronaldinho. Y Rijkaard debería de irse con Ronaldinho, ambos al Milán. El Milán, quien necesita también entender esta ley del cambio, sería un equipo ideal para estos astros.

Ojala entiendan, que colgarse de ciertas ideas y figuras hasta la muerte, les traerá esto último. Véase el ejemplo de Fernando Torres o de Thierry Henrey. Ambos figuras de su equipo, pero ambas anclas. Ni bien se fueron, y sus equipos y los demás jugadores que antes era ignorados para acomodar a estos astros, crecieron. Ojala entiendan pronto, para que disfrutemos del jogo bonito, lo mas cercano al arte que se acerca el fútbol.

En este año nuevo, acuérdense lectores de esto que son los ciclos, y no hablo de los de la luna necesariamente. Acuérdense también de escribirme a hmacnaught@sea-latino.com. Prospero año nuevo.