Sunday, December 23, 2007

Regalos navideños

Es época navideña, estática, de buenos augurios, excesos, locuras, y mucho capitalismo. Por desgracia, el fútbol emula a la realidad y no hay actividad, pero sí hay regalos, excesos y locuras. En esta columna mis queridos lectores, hablaremos de esas situaciones navideñas que inundan al fútbol.

El que recibió un gran regalo, a pesar de el se busco su desdicha, es Nery Castillo. El ariete mexicano emigró el pasado verano al fútbol ucraniano en busca de dólares. Lo que consiguió fueron dolores de cabeza, pues se llevaba mal con su entrenador, no jugó mucho, ni marcó diferencias. Parece que Nery y Sven Goran Ericsson, ex-técnico de la selección inglesa, escribieron una carta juntos a Santa Claus, pidiéndose mutuamente. Santa Claus los escuchó pues Nery se ira a la liga inglesa con el Manchester City, equipo sensación de la Premier League. Ojalá que Nery le otorgue a su nueva afición muchos regalos. Que se acuerde que goles son amores.


El Milán fue otro que recibió un gran premio, pues se coronó como campeón del mundo. El AC Milán derroto al Boca Juniors, ambos buscando la corona para regalarles a sus aficionados y así cubrir sus temporadas mediocres. En la final, sólo hubo un equipo—el Milán. Un contundente 4-2 lo dice todo. Y este triunfo si es enseña la realidad de las ligas del mundo. A nivel de clubes, los europeos dominan, lo cual, aunque no hubieran ganado esta competencia incómoda, sería igual de cierto. Y a los boquenses de una vez les digo, Riquelme no hubiera echo ninguna diferencia ante Kaká.

Otros equipos andan con sus excesos navideños. Por ejemplo, los Tigres de Monterrey ya vendieron a Gaitán, y están en proceso vender a Lozano y a Abreu. A cambio buscan a la “Gata” Fernández, un argentino de buen nivel, que jugó hace un año con los Rayados de Monterrey, y ahora está en Argentina. A los Tigres les encanta pagar más por los jugadores, pues como el dinero crece en los árboles, lo tienen que usar todo antes de que se seque. El año pasado recordarán que compraron al Kikin Fonseca de un equipo Lusitano, que a su vez lo había comprado al Cruz Azul mexicano unos meses antes. Es decir, los Tigres se esperaron a que se valorara más el jugador, (aunque jugaba peor), y pagaron más por el Kikin a un equipo europeo, que lo que pagó un equipo europeo por el a un equipo mexicano. ¿Los cofunde? ¡A mi también! Bueno, me imagino que el regalo de los Tigres será ser llamado el Real Madrid mexicano, pues a los españoles les encanta comprar jugadores por 30 millones que luego venden en cinco o hasta regalan.

Pero si eso los hace feliz, que hagan de su vida un papalote.

A mi lo que me hará feliz es que me escriban a hmacnaught@sea-latino.com y que por favor no disparen al cielo en navidad, recuerden que Santa Claus está arriba y sus hijos abajo. ¡Disfruten!

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