Sunday, February 24, 2008

“La mano de dios” parte II

Las segundas partes supuestamente no son buenas, pues la original siempre se lleva el premio. Parece que el análisis inicial de "la mano de dios" fue un hit, así que espero que esta segunda parte no defraude.
En la columna pasada, la discusión giró entorno a la "mano de dios". Los puntos de vista fueron los siguientes: “La mano de dios” fue un recurso canchero, lo cual convierte a Maradona en un Ulises del fútbol; o , “la mano de dios” fue un acto en contra de la competencia sana, la cual es la esencia de cualquier deporte.
Estos puntos de vista fueron controversiales. Una reacción común fue defender a Maradona como un ídolo del fútbol que no puede hacer nada malo. Para los que no entendieron la primera vez, y para que no me escriban defendiendo a Maradona, déjenme les explico una vez más: lo que está en juicio no es el jugador, sino "la mano de dios". Por ende los títulos “Marradona” o Ulises son usados para calificar dicha acción, no al argentino.
Las otras reacciones fueron apoyando o detractando alguno de los puntos de vista. Tomando todas estas reacciones en cuenta, llegué a la conclusión de la pregunta.
En términos absolutos, opino que su acto fue bajo, pues fue una gestión que buscó sacar una ventaja injusta de manera deliberada. No sólo estuvo en contra de la esencia del fútbol—jugar con los pies— sino que le dio un ejemplo a seguir a varias generaciones de jóvenes que lo idolatran.
Sin embargo, como lo expuse la semana pasada, el ser canchero, más allá de estar bien o mal, es parte del fútbol, es su salsa o aderezo.
Siendo relativista, hasta diría que juzgar el acto como bueno o malo depende de quien lo mire. Para su escuadra seguramente fue bueno. Usaré a Cuauhtemoc Blanco de México como ejemplo. Mientras jugaba en el América y hacía sus payasadas lo odiaban; sin embargo, si portaba la casaca nacional y hacía las mismas cosas, se le aplaudía.
Aparte el árbitro y los jueces de línea son los que están ahí para asegurarse que este tipo de jugadas cancheras no fructifiquen. Sin embargo, no podemos culpar al policía por el crimen. Pero el punto es ese, “la mano de dios” es parte del deporte, no de un crimen de vida o muerte.
Lo que hizo Maradona estuvo mal y debió ser sancionado por engañar al árbitro. Yo hubiera apoyado una tarjeta amarilla por la jugada y mantenerlo en la mira por tramposo. Pero con toda sinceridad, y por más amoral que suene, en el fútbol, la irreverencia, la uña, la maña, y lo canchero son acciones emocionantes que le dan ese sabor extra al deporte bello.
No apoyaría ser gandalla como ciudadano, pero dentro de la cancha hacer picardías es agradable. Claro que por eso tenemos a los árbitros; para que tampoco ocurran este tipo de cosas constantemente. Es decir, estas picardías deben controlarse cuanto más sea posible.
En resumidas palabras, si hubieran anulado "la mano de dios" se hubiera cumplido con uno de los propósitos del fútbol—la competencia sana. Al no anularlo, se cumplió otra parte importante del fútbol—la picardía.
En pocas palabras, ¡Marradona (sí con doble R) eres un Odiseo!

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